Turismo: todo
Por: Ariel Dulevich Uzal *
Si algo faltaba para demostrar la inexistencia de una política de Estado turística es el Decreto N° 1385 suscripto por la Presidenta, que relega el área a la nueva improvisación institucional creando el Ministerio de Industria, dando por tierra con alguna especulación previa imaginando que se agregaría "Turismo" al nombre elegido, lo que poco cambiaría el escaso sentido de la medida.
Con anterioridad, la Secretaría homónima, que gozaba de rango casi ministerial -pues dependía de la Presidencia de la Nación, desde la jerarquización resuelta por el presidente Alfonsín en 1986-, fue trasladada por el Gobierno de un plumazo al Ministerio de la Producción en resolución que aún no ha cumplido el año, haciendo caso omiso a las críticas.
En tal contexto no sorprende que el turismo, de reconocidas ventajas económicas comparativas, se encuentre afectado por esta ausencia de políticas.
La pasividad oficial frente al estado de emergencia en que se encuentra el sector y la falta de respuesta a los legítimos reclamos empresariales (que no solicitan subsidios sino acciones de estímulo y fomento a través de desgravaciones impositivas), sumada a la protesta sindical por la que se denuncia la desaparición de 70 puestos de trabajo por día en ámbitos de la hotelería y la gastronomía, son también testimonio de políticas de Estado para el turismo que brillan por su ausencia.
Tampoco ha sido constituido el Comité Interministerial de Facilitación Turística creado por la Ley Nacional de Turismo N° 25997, cuya función es comprometer la acción mancomunada de las distintas áreas del Estado en el desarrollo del turismo.
No se conocen tampoco los resultados de la Cuenta Satélite de Turismo encargada de evaluar el impacto de la actividad en la macroeconomía y es el INDEC -la entidad estatal menos confiable del país- la que nos proporciona las estadísticas del movimiento turístico que en absoluto se compadecen con los estudios privados, mientras el supuesto Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable ha sido severamente objetado por la Auditoría General de la Nación.
* Ex-Subsecretario de Turismo de la Nación.
1 comentario:
La verdad que que lo del Indec no impresiona ya aunque sea un motivo de verguenza para todos los argentinos.
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