Crónicas de viajes



LOS SECRETOS DE DORNACH

Gentileza Fundación Steiner


Texto y fotos: Roberto C. Neira

Al borde occidental del Jura suizo, muy cerca de Basilea, se encuentra Dornach, el lugar que eligió a principios del siglo XX Rudolf Steiner, filósofo, científico y educador austríaco, para fundar la antroposofía y construir el Goetheanum.

A pesar de haber visitado Suiza en siete ocasiones ni por asomo logré recorrerla en su totalidad. Este pequeño y hermoso país, tan generoso en cuanto a sus múltiples escenarios naturales, me ha dejado una huella imborrable que recuerdo a menudo al transportar el relato de esas experiencias al ámbito familiar o en una reunión con amigos. Sin embargo, la foto más espectacular exhibida nunca ha podido superar la dimensión real de lo que significó haber estado allí en tiempo y forma.

Con el hilo conductor que representan las majestuosas montañas, los valles profundos formados por la acción erosiva del agua y el hielo, el verdor de las planicies, los lagos de todos los tamaños, campos, granjas, pequeños pueblos que salpican el inconmesurable entorno escarpado de los macizos alpinos cargados de historia y un sinfin de ríos y arroyos transparentes, en Suiza, siempre hay algo nuevo para descubrir.

El relato que sigue sucedió hace seis años y lo recomiendo especialmente por la dimensión que alcanza el lugar que descubrí.

Aprovechando las experiencias de los viajes anteriores, preparé un itinerario para recorrer diversas regiones: el Mittelland bernés, el Jura, la Suiza Central y el Ticino. Adquirí para mayor comodidad el Swiss Pass, un abono que permite viajar por todos los medios de locomoción suizos, incluyendo no solo los ferrocarriles y funiculares, sino también los autobuses postales, el metro, y algunas de las embarcaciones que navegan por los grandes lagos. La puntualidad suiza se hace notar a la perfección en la llegada y partida de cada transporte, así como la ventaja de viajar en trenes panorámicos, con asientos muy confortables, aire acondicionado, y con el trato amable del personal acostumbrado al trato con el turista de todas las regiones del mundo.

En la última quincena del viaje me alojé en un cómodo departamento de Basilea, la ciudad de las tres fronteras (Francia, Alemania y Suiza), villa de humanistas y eterna encrucijada de las grandes corrientes del pensamiento. El apartamento, por su ubicación (Elsastrasse), resultó ideal pues servía como base de los continuos viajes que realizada todos los días a distintas regiones y que comenzaban por la mañana, muy temprano.

Voy a detenerme en la visita a Dornach, un pequeño poblado cercano a Basilea, que pertenece al ayuntamiento de Aschheim, un lugar espléndido por la calidad de vida, los espacios verdes, las rígidas normas de construcción y los secretos de una historia rica en matices y vivencias poco conocidas para el turista.

Llegar a Dornach resultó muy fácil. Desde mi vivienda, cercana al Rin y próxima a la frontera con St.Louis (Francia), tomé en aquella ocasión el tramway 10 en la estación Aeschenplatz que demoró exactamente 21 minutos. También se puede viajar en tren abordándolo en la estación Basel SBB (10 minutos) y acceder al ferrocarril regional en dirección Laufen/Delémont hasta la estación Dornach Arlesheim (otros 10 minutos). Una vez allí, caminando unos 500 metros por el camino Albert-Steffen-Weg, se accede al centro de Dornach.

Apenas se depositan los pies en este poblado el entorno mueve a una reflexión. Provisto de la información necesaria en la Oficina de Turismo de la estación, me enteré que Dornach tiene dos motivos que lo identifican y destacan entre las ciudades y pueblos de la Confederación Helvética. Uno de ellos es la increíble arquitectura de las casas trapezoidales que se extienden sobre las colinas; el otro, es el Goetheanum, un lugar geométrico creado por Rudolf Steiner, un místico cuyos aportes en medicina, pedagogía y agricultura fueron indiscutibles.

Nacido en 1861, Steiner era hijo de un modesto empleado de los ferrocarriles austro-húngaros. Al escribir más tarde su biografía relató que a la edad de siete años percibió que seres espirituales se ocultaban detrás de la apariencia material de las cosas. Su despertar intelectual fue tardío, pero sus estudios resultaron brillantes. A los 23 años salía de la escuela politécnica de Viena con un doctorado de filosofía y diplomas de química, biología y física. Desde entonces su carrera fue en parte universitaria y en parte literaria pues participaba en la edición de las obras de Goethe, de Schopenhauer y de Jean-Paul, y además escribía obras filosóficas.

Rudolf Steiner, fue más tarde, el fundador de la antroposofía, palabra cuyo significado es sabiduría del hombre. Se trata de uno de los sincretismos más desconcertantes de la historia del pensamiento humano y se ubica entre el ocultismo más radicalmente visionario y la lógica científica más rigurosa.

Tributo a Goethe

El edificio del Goetheanum se alza en medio de un hermoso paisaje sobre una colina que domina Dornach. Se trata de un complejo que comprende una gran sala con más de 1.000 asientos y un gran escenario; otra sala para 500 espectadores con un escenario más pequeño, salas de conferencias, de trabajo y de exposiciones, talleres, oficinas administrativas, archivos y una gran libería.

El edificio tiene una altura de 37 m y mide 92 m de largo y 84 m de ancho. Alrededor de su parte superior hay una ancha terraza desde la que se puede divisar el paisaje de la región. El plano horizontal está determinado por la forma trapezoidal de la gran sala que se abre hacia el bloque escénico rectangular.

Esta composición de elementos arquitectónicos aparece siempre de nuevo en concordancia con el principio de la metamorfosis de manera que la referencia al nombre de Goethe y la pretensión de representar una obra arquitectónica seria parecen ampliamente justificadas.

El Goetheanum de Dornach fue construido después de la muerte de Steiner (30/03/1925), entre 1925 y 1928, dando lugar a las posibilidades plásticas del cemento armado, pero un edificio similar lo precedió en 1914, cuando con la ayuda material y financiera de los primeros discípulos de Steiner y según las más antiguas tradiciones arquitectónicas se construyó en madera y sin clavos. Sus proporciones eran imponentes.

Steiner fue el arquitecto, el decorador y animador de la obra. Pero en 1922 el edificio quedó destruido por un incendio intencional. Dicen que fue obra de un comando alemán llamado "Thulé", que en ese momento hacía creado el partido nacional-socialista y que por su adhesión a la magia negra, debieron juzgar que era urgente y necesario aniquilar la magia blanca de "ese doctor Steiner".

Entre sus impactantes estudios, Steiner describió la actividad de las jerarquías celestes, la historia de la Atlántida, la encarnación del Gran Ser Solar en Cristo, el mecanismo de la reencarnación, y al mismo tiempo estudió la pedagogía de los niños retrasados, la composición de los cometas y la química de los abonos. Fue, además, el descubridor de la clorofila.

Los alrededores

Un cierto número de edificios ubicados en el entorno inmediato del Goetheanum han sido igualmente erigidos según los planos o bocetos de Rudolf Steiner. Otras construcciones, levantadas desde su muerte, y que se han destinado a viviendas, revelan una fuente común de inspiración que está perfectamente ligada en sus matices con el estilo Art Nouveau. predominan sobre todo las casas unifamiliares y los chalets adosados, por lo tanto es una zona muy recomendable para familias con niños.

En conclusión, Dornach y el Goetheanum representan el misterio profundo que envolvió la vida de Steiner.

Esta visita representó para mí una fuente de conocimientos y una experiencia extra dado que no es común para el objetivo formal de un viaje turístico acceder a una masa de información tan calificada y que da motivo a que Dornach sea visitada anualmente por miles de turistas de todo el mundo.

DATOS ÚTILES

Por avión: Aeropuerto EuroAirport Basel-Mulhouse-Freiburg: tomar el bus del aeropuerto hasta la estación Basel SBB. Aeropuerto Zurich-Kloten: tomar el tren saliendo del aeropuerto en dirección a Basel SBB.
Por automóvil: saliendo de Alemania, Francia, Basilea, Zurich o Berna, tomar la autopista en dirección a Delémont, con salida Reinach Sur en dirección a Dornach. Seguir la señalización rumbo al Goetheanum.
Estadía: Dornach dispone de amplias zonas comerciales y hotelería de buen nivel.


Información:
www.myswitzerland.com
www.fundsteiner.com/goetheanum.htm